En el legado de Ricardo Antonio Figueroa Muñoz perdura un amor que ilumina corazones, coraje que desafía adversidades, resiliencia que fortalece el espíritu, gratitud que nutre el alma y paz que trasciende la eternidad. Recordemos su luz como guía en nuestras sombras, su fuerza como inspiración en nuestras luchas, su valentía como ejemplo en nuestros temores, su agradecimiento como semilla en nuestros días y su serenidad como bálsamo en nuestras tormentas. Que su memoria sea un faro de esperanza, recordándonos que en el amor y la paz hallamos la fuerza para seguir adelante.
Sus funerales se realizaron ayer viernes 6 de septiembre en el Cementerio Parque del Sendero, Maipú.Amigos Grupo Expro