En honor a Julio Antonio Muñoz Aguilera, recordemos que en cada amanecer hay el regalo de un nuevo día para abrazar con amor y gratitud. Que la vida nos enseñe la importancia del coraje para afrontar desafíos, la resiliencia para levantarnos ante adversidades y la paz para sanar nuestras heridas. Con el corazón lleno de esperanza, sigamos adelante con la certeza de que cada paso que damos nos acerca a la luz que guía nuestro camino. Que su memoria sea un faro que ilumine nuestro sendero con amor inquebrantable.