Que la luz del amor que Samuel Lira Ovalle sembró en el mundo siga brillando en nuestros corazones, recordándonos la importancia de vivir con coraje y gratitud. Su legado de resiliencia nos enseña que, incluso en la oscuridad, podemos encontrar paz y esperanza. Que su memoria nos inspire a abrazar la vida con valentía y compasión, honrando su espíritu eterno. En cada amanecer, en cada suspiro, encontremos una razón para seguir adelante con fe y amor, sabiendo que su amor perdura en cada latido de nuestro ser.
Sus funerales se realizaron ayer martes 3 de septiembre en el Cementerio Parque del Recuerdo, después de una eucaristía celebrada en la parroquia San Francisco de Sales.Ignacio Sánchez Díaz Rector Pontificia Universidad Católica de Chile