En la eternidad de sus sueños, Enrique Vicuña Videla nos enseñó que en la humildad y la serenidad reside la verdadera grandeza del corazón. Que su legado de amor y esperanza ilumine nuestros caminos, recordándonos que cada día es una oportunidad para sembrar bondad y cosechar alegría. Que en cada amanecer encontremos la fuerza para seguir adelante, con la certeza de que el amor siempre será nuestro guía y la esperanza nuestro horizonte. Que su memoria nos inspire a vivir con gratitud y empatía, honrando su legado con cada acto de bondad.
Sus funerales se efectuarán hoy en el Cinerario del Cementerio Parque del Recuerdo, después de una misa en Jacques Cazotte 5600.Hernán Vicuña V., señora y familia