En la suave brisa que acaricia nuestro rostro, encuentran reposo los sueños que sembraste en nuestro corazón. Tu luz sigue brillando en cada amanecer, recordándonos que el amor perdura más allá de las sombras. Que tu legado de bondad y serenidad nos inspire a abrazar la vida con gratitud y esperanza, cultivando la semilla de la humildad en cada acto. En cada paso, en cada suspiro, en cada latido, tu espíritu perdura, guiándonos con amor inquebrantable hacia horizontes de paz y plenitud. Que la eternidad te abrace con ternura, Alonso Hasse Campos.
Con amor, su familia.Familia Hasse Campos