En memoria de Olga Raquel Artigas Muñoz, su luz perdura en cada corazón que toca, recordándonos el poder del amor infinito y la resiliencia inquebrantable. Que su legado de coraje inspire nuestros pasos, recordándonos que en cada amanecer encontramos la fuerza para perseverar. Que la gratitud por los momentos compartidos nos llene de paz y serenidad, guiándonos en el camino de la vida. En cada suspiro, en cada sonrisa, su espíritu vive, recordándonos que el amor nunca desaparece, y que la esperanza nos sostiene en tiempos de oscuridad.
Sus funerales se realizaron ayer en el Cementerio Parque del Recuerdo, Huechuraba, después de un responso que se realizó en el mismo recinto.