En el jardín de la memoria de Gabriela Bunster Saavedra florecen los pétalos de su amor inquebrantable, la fuerza de su coraje infinito y la resiliencia que la caracterizaba. En medio de la bruma de la tristeza, recordemos su legado con gratitud y aprendamos a abrazar la vida con renovada esperanza y paz en nuestros corazones. Que su luz perdure en nuestras almas, inspirándonos a seguir adelante con valentía y compasión. En cada amanecer, en cada suspiro, encontremos la fuerza para florecer como lo hacía ella, recordando que el amor es eterno.
Familia Heiremans Bunster