Que la luz de Claudia Stein Hirsch siga iluminando nuestros corazones, recordándonos el poder del amor incondicional y la fortaleza de espíritu. En su memoria, abracemos la vida con gratitud, cultivando la resiliencia y el coraje de seguir adelante. Que la paz interior nos guíe en tiempos de oscuridad, recordándonos que el amor perdura más allá de la partida física.