En el legado de Gloria Lucía Zamorano Palacios perdura un faro de amor y coraje, irradiando resiliencia y gratitud infinitas. Su luz nos guía hacia la paz interior, recordándonos que en cada amanecer hay esperanza renovada. Sigamos adelante con el corazón rebosante de amor, enfrentando cada desafío con valentía y confianza en el porvenir.
Sus funerales se efectuaron el martes 5 de noviembre en el Cementerio General.