En el legado de José Rodrigo Valero Saavedra encontramos la fuerza del amor inquebrantable, la valentía de enfrentar adversidades con coraje y la resiliencia de renacer con gratitud en cada amanecer. Que su memoria sea la semilla que florezca en paz en nuestros corazones, recordándonos que siempre hay luz en el camino.
Sus funerales se realizaron en el Estado de Tennessee, Estados Unidos.