Con amor en el corazón y gratitud en el alma, recordemos a Pablo Santos Díaz Albónico como un faro de coraje y resiliencia. Que su legado nos inspire a abrazar la vida con valentía, cultivar la paz interior y nunca perder la esperanza, sabiendo que el amor perdura más allá de la despedida.
Sus funerales se efectuaron el martes 20 de agosto en el Cementerio General.