En honor a Osvaldo Núñez Pavez, que su legado de amor y gratitud ilumine nuestros caminos, infundiendo coraje en nuestros corazones y resiliencia en nuestras almas. Que podamos hallar la paz dentro de la tormenta, y abrazar cada nuevo amanecer con esperanza y valentía. Recordemos siempre que el amor perdura, que la gratitud nos fortalece, y que la luz de la esperanza nunca se apaga. Que su memoria nos inspire a vivir con pasión y compasión, honrando su espíritu con cada paso que damos.
Invitamos a elevar una oración por su memoria y eterno descanso, que se llevará a efecto hoy 4 de agosto, en la catedral de Ñuñoa (Francisco Molina 138, Ñuñoa), costado Plaza Ñuñoa.Su esposa, hijos y nietos