Que la luz del amor que Sylvia Tafra Sturiza irradiaba perdure en nuestros corazones, recordándonos que el coraje y la resiliencia son pilares de la esperanza. En cada amanecer, encontremos gratitud por las experiencias compartidas, y en cada anochecer, dejemos que la paz interior nos guíe hacia un nuevo día lleno de posibilidades y aprendizajes. ¡Siempre avancemos con amor y esperanza!
La recordamos con todo cariño.