En el legado de Victorino Farga Cuesta, encontramos un faro de amor y coraje que ilumina nuestros caminos con resiliencia y gratitud. Que su memoria nos inspire a abrazar la vida con paz en el corazón, recordando que cada día es un regalo lleno de oportunidades para amar, superar obstáculos con valentía y cultivar la esperanza inquebrantable. En cada desafío, en cada alegría, en cada aprendizaje, sembremos la semilla de la bondad y la compasión. Que su ejemplo nos guíe a construir un mundo mejor, donde el amor y la esperanza florezcan eternamente.