En honor a la memoria de Justino Soto Abarca, recordemos que en cada amanecer hay un nuevo latido de amor que nos invita a abrazar la vida con coraje y gratitud. Que la resiliencia sea nuestro escudo y la paz nuestro horizonte, recordando que cada paso dado, por pequeño que sea, nos acerca a la luz de la esperanza. Que en el jardín de la vida florezcan las semillas sembradas con amor y que en cada sonrisa encontrada en el camino encontremos un motivo para seguir adelante, con fe en nuestro corazón.