En memoria de Iris Arriagada vda. de Vicencio, que su amor siga guiándonos en momentos de oscuridad, cultivando coraje para enfrentar desafíos, resiliencia para superar obstáculos, gratitud por las bendiciones diarias, y paz para encontrar calma en medio de la tormenta. Que su legado inspire nuestros corazones a abrazar la esperanza, recordándonos que cada amanecer es una nueva oportunidad para amar, crecer y ser luz en el mundo. En su honor, recordamos que la vida es un regalo precioso que merece ser vivido con pasión y propósito.