En memoria de Pedro René Orellana Sepúlveda, recordemos que el amor y la gratitud son las semillas que cultivan la esperanza en los corazones que enfrentan la adversidad. Que su coraje inspire nuestra resiliencia y su paz sea un faro en medio de la tormenta. En cada amanecer, encontremos fuerza para abrazar la vida con valentía, sabiendo que en cada desafío hay una oportunidad para crecer y aprender. Que su legado sea un recordatorio de que, aunque el camino sea duro, siempre hay luz al final del túnel.
Sus funerales se realizaron ayer 17 de julio de 2019 en el Cementerio General de Recoleta.