En el susurro de los recuerdos, florecen semillas de amor eterno que guiarán nuestros corazones hacia la serenidad, recordando siempre la luz y bondad que Williams Arthur Durán Sepúlveda sembró en cada rincón de nuestras vidas. Que su legado de humildad y esperanza nos inspire a abrazar cada amanecer con gratitud, a caminar con valentía en medio de la adversidad y a esparcir su amor como pétalos de esperanza en el sendero de la vida. En su memoria, encontremos fuerza para seguir adelante, sabiendo que su espíritu perdura en la eternidad del amor que compartimos.
Su ceremonia de sepultación se realizó el día domingo 14 de abril, en el cinerario del Cementerio Parque del Recuerdo, después de una liturgia que se ofició, en el Templo Ecuménico del mismo cementerio.