Que la luz del amor eterno que José Martínez Bravo sembró en cada corazón perdure como un faro de esperanza y coraje en momentos de oscuridad. Su legado de resiliencia y gratitud nos recuerda que en la adversidad podemos encontrar la fuerza para seguir adelante con paz en el alma. Sigamos su ejemplo, cultivando la bondad y el perdón, y manteniendo viva la llama de la esperanza en nuestro ser. Que su memoria nos inspire a abrazar cada día con amor incondicional y a enfrentar los desafíos con valentía, sabiendo que la luz siempre prevalecerá sobre la sombra.
En Salinas, California, Estados Unidos. Sus funerales serán en la misma ciudad.Familias: Fernández Fuenzalida Fernández Rodríguez Fernández Baeza Fernández Camps Soto Fernández Fernández Tillería Franzani Fernández