Que la luz del amor de Marcelo Albornoz Troncoso ilumine nuestros corazones con coraje y resiliencia. Recordemos su legado con gratitud y sigamos adelante con esperanza y paz en nuestros pasos. En cada amanecer y atardecer, en cada sonrisa y lágrima, encontremos el valor para abrazar la vida con amor inquebrantable. Que su espíritu nos inspire a cultivar la bondad y la compasión, a sembrar semillas de esperanza en cada paso que demos. En su memoria, encontremos fuerzas para seguir adelante, recordando que el amor perdura más allá del tiempo y el espacio.
Cuya despedida al infinito se realizó ayer viernes en Rancagua.Joaquín del Río Navarro Luis del Río Navarro Alejandra del Río Navarro