En el legado de Ethel Kiblisky Grinberg encontramos un faro de amor inquebrantable, una luz de coraje y resiliencia que guía nuestros caminos con gratitud y esperanza. Que su memoria nos inspire a abrazar la vida con la misma pasión y valentía, cultivando en nuestros corazones la semilla de la paz interior que ella nos legó. En cada desafío, en cada alegría, recordemos su ejemplo y sigamos adelante con fe, sabiendo que el amor perdura más allá de las despedidas, y que en cada amanecer encontramos una nueva oportunidad para florecer.
Sus funerales se efectuarán hoy, en el Cementerio Israelita de Recoleta.Henry Manzano Z. y señora