Que la memoria de Andrés García-Huidobro Garcés nos inspire a abrazar la vida con amor inquebrantable, a abordar los desafíos con coraje infalible, a levantarnos ante la adversidad con resiliencia inquebrantable, a apreciar cada momento con gratitud sincera y a encontrar paz en la luz que brilla en lo más profundo de nuestro ser. Que su legado perdure en nuestros corazones, recordándonos siempre que, aunque las sombras de la pérdida nos rodeen, la llama de la esperanza nunca se apaga. Que su espíritu nos impulse a seguir adelante, con fe en el mañana y gratitud por el hoy.