En el jardín de la vida, las semillas que Marcial García-Huidobro López sembró con amor y gratitud florecen eternamente, recordándonos que en cada desafío reside la oportunidad de cultivar coraje y resiliencia. Que su legado nos inspire a abrazar la paz que se esconde en la aceptación, y a cultivar la esperanza con cada paso que damos. Que en el eco de su recuerdo encontremos fuerza para seguir adelante con la certeza de que el amor es la semilla que nutre cada nueva flor en nuestro camino.
Invitamos a todos quienes tuvieron la dicha de conocerlo a que lo recuerden con cariño y compartan con nosotros las oraciones por su eterno descanso.La familia