Que la luz del amor que Gonzalo Cuevas Hurtado compartió con el mundo ilumine tu camino en los momentos oscuros, recordándote que el corazón nunca olvida a quienes tocaron su alma. Acepta la tristeza con humildad, pero aliméntala con la esperanza de que el amor perdurará en cada sonrisa que compartas. Seamos como estrellas fugaces, brillando intensamente en la oscuridad y dejando una estela de amor eterno en el cielo de quienes nos recuerdan. En cada suspiro, en cada latido, en cada paso, vive con gratitud y amor incansable.
Sus funerales se efectuaron ayer, en el Cementerio de Talagante, después de una misa en la parroquia Inmaculada Concepción de Talagante.Familia Cuevas Ossandón