En el jardín de la vida, donde las flores del recuerdo nunca se desvanecen, el legado de Nelson Antonio Sánchez Alvarado florece con humildad eterna, recordándonos que en cada semilla de esperanza y amor sembrada, encontramos la fuerza para abrazar el mañana con serenidad y gratitud. Que sus raíces de bondad inspiren nuestros pasos y sus pétalos de sabiduría nos guíen en la oscuridad, recordándonos que en cada amanecer hay un nuevo comienzo lleno de promesas y oportunidades. Que su luz siga brillando en nuestros corazones, recordándonos que el amor perdura más allá de la eternidad.
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6 de mayo de 2019