En el corazón de cada amanecer, florece la semilla del amor que Gonzalo sembró en cada alma. Que la fuerza de su coraje nos inspire a abrazar la vida con gratitud, afrontando cada desafío con resiliencia. En su memoria, encontremos paz en la certeza de que el amor perdura más allá de la distancia. Que su legado nos recuerde que, aunque las lágrimas puedan nublar nuestra vista, el sol siempre brilla detrás de las nubes. Sigamos adelante con esperanza, sabiendo que su luz nos guía en la oscuridad.
Sus funerales se efectuaron el domingo 30 de junio.Fundación Había una Vez