Que la luz del amor guíe nuestros corazones, que el coraje fortalezca nuestro espíritu y que la resiliencia nos impulse a seguir adelante. Recordemos a Gonzalo Menéndez Duque con gratitud por su legado de bondad y sabiduría. En cada amanecer, encontremos paz en la certeza de que el amor perdura más allá de la despedida. Que su memoria nos inspire a abrazar la vida con valentía y a sembrar semillas de esperanza en cada paso que demos. En su honor, llevemos en nuestro ser el regalo de vivir con plenitud y generosidad.
Cristina y Enrique Dietrich Federico Dietrich y familia