En la senda de la vida, las estrellas brillan con la luz de quienes amamos y recordamos con cariño. Que la memoria de Aldo Anjel Unghiatti Demaría sea un faro que ilumine nuestros caminos, recordándonos la importancia de amar profundamente, vivir con humildad y abrazar la serenidad en medio de las tormentas. Su legado perdura en cada sonrisa, en cada acto de bondad y en cada rayo de esperanza que brilla en nuestros corazones. Que su luz nos guíe siempre hacia un mañana lleno de amor, paz y gratitud. ¡Sigamos adelante con fe y valentía!
Sus funerales se realizaron ayer 1 de mayo en el Cementerio Parque de Recuerdo Américo Vespucio, después de una misa que se ofició en la parroquia del Colegio Sagrado Corazón de Manquehue.