En memoria de Mariana Loreto Acuña Valle, recordemos que el amor y la gratitud son semillas que cultivamos en el corazón, proporcionando coraje y resiliencia en momentos de oscuridad. Que su legado nos inspire a abrazar la vida con valentía y compasión, desplegando nuestras alas hacia un futuro de paz y esperanza. Que en cada amanecer encontremos motivos para sonreír, y en cada anochecer, una razón para agradecer. Sigamos adelante con la certeza de que en cada latido reside la fuerza para transformar la tristeza en luz y la desesperanza en amor.
Sus funerales se realizaron ayer martes 24 de octubre en el Crematorio del Cementerio Parque Manantial, Maipú.