En el jardín de la vida, las semillas que siembras con amor y gratitud florecen en la eternidad, brindando coraje y resiliencia a quienes caminan su sendero. Que el legado de Eugenio Musalem Aiach sea una luz guía, recordándonos que en la oscuridad de la noche siempre brillan estrellas de esperanza y paz. Abre tu corazón a la belleza de cada momento, agradece la lección de cada desafío, y sigue adelante con la certeza de que el amor y la fuerza interior son tu mayor tesoro en este viaje llamado vida.