En el cielo brillan estrellas únicas, como el recuerdo de Patricio Adolfo, cuyo amor y luz guían nuestros días. En su memoria, aprendemos que la humildad fortalece el espíritu y la serenidad alivia el alma. Sigamos adelante con gratitud, amor y esperanza, sabiendo que en cada amanecer encontraremos su sonrisa en el resplandor del sol. Que su legado de bondad y generosidad nos inspire a sembrar semillas de paz y amor en cada paso que damos, sabiendo que unidos en el corazón, nunca estaremos solos.
Sus funerales se realizaron el 31 de marzo en el Cementerio General de Santiago.La familia