En honor a Suria Duk Candia, recordemos que en cada amanecer podemos hallar el coraje para abrazar la vida con gratitud y amor. En la sinfonía de la existencia, nuestra resiliencia florece como un jardín en primavera, recordándonos que en la oscuridad también se gesta la luz. Que la paz interior sea nuestro faro, guiándonos en medio de las tormentas hacia la calma y la esperanza. Con cada latido, con cada suspiro, permitamos que el espíritu de Suria nos inspire a vivir con autenticidad y compasión, recordando que en cada final hay un nuevo comienzo.
Sus funerales se efectuaron el lunes 16 de octubre en el Cementerio Parque Santiago, Huechuraba. Se realizó una misa en la parroquia Nuestra Señora de Luján (Av. Colo Colo 829, Ñuñoa).