Que la luz del amor eterno que EUGENIO MONASTERIO CARRASCO compartió con el mundo brille siempre en nuestros corazones, recordándonos la importancia de la gratitud y la resiliencia. Que su coraje inspire nuestros pasos y su paz nos guíe en momentos de tribulación. Recordemos con cariño su legado y sigamos adelante con la esperanza de un mañana lleno de nuevas oportunidades y bendiciones. En cada amanecer, en cada suspiro, encontremos la fuerza para abrazar la vida con valentía y amor incondicional. ¡Que su memoria sea un faro de luz en nuestro caminar!