Recordemos a Humberto Saieg Namur con gratitud por su amor inquebrantable y su ejemplo de coraje. Que su espíritu resplandezca en nosotros, inspirándonos a abrazar la vida con resiliencia y esperanza. En cada amanecer, en cada susurro del viento, su legado perdura, recordándonos que el amor es eterno y la paz interior es posible. Sigamos adelante con valentía y compasión en nuestros corazones, cultivando la gratitud por cada instante de luz en nuestro camino. Que en la memoria de Humberto encontremos fuerza para enfrentar los desafíos con amor y serenidad.
Sus funerales se efectuarán hoy, después de una misa en la parroquia San Juan Apóstol (Jacques Cazotte 5600, Vitacura).