En cada amanecer, en cada suspiro, en cada brisa que acaricia el rostro, el legado de Pedro Martínez Sanz perdura en la eternidad. Su amor inquebrantable, su coraje indomable, y su espíritu de gratitud nos guían en la oscuridad, recordándonos la luz que habita en nuestro interior. Que la resiliencia sea nuestro escudo, la esperanza nuestra fuerza, y la paz nuestro refugio. En su honor, sigamos adelante con valentía y compasión, honrando su memoria con cada paso que damos en este maravilloso viaje llamado vida.
Su velatorio se está realizando en el Cementerio Parque del Recuerdo, Huechuraba, y sus funerales se efectuarán mañana jueves en una ceremonia privada.