En el jardín de la vida, las raíces de Aldo Unghiatti Demaría florecen en cada acto de bondad que siembres, recordándote que, en la humildad de ser quien eres, encontrarás la serenidad para abrazar el camino con amor y esperanza. Cada petalo de su recuerdo es un recordatorio de que, aunque las luces del día se disuelven en la oscuridad de la noche, siempre habrá un nuevo amanecer para iluminar tu sendero con la belleza de la gratitud y la paz interior.
Sus funerales se efectuaron ayer.Familia Vogel Aguayo