En el jardín de la vida, las semillas que Blanca sembró con amor florecerán eternamente, recordándonos que en cada corazón late un huerto de esperanza, humildad y paz. Que su legado sea la brújula que guíe nuestros pasos, recordándonos que en cada desafío hay oportunidad para crecer, en cada lágrima hay fortaleza y en cada amanecer renace la esperanza. Que su memoria nos inspire a abrazar la vida con gratitud, a sembrar amor donde haya dolor y a ser luz en la oscuridad. ¡Que su espíritu nos acompañe siempre en este viaje llamado vida!
Publicado en el archivo
2 de mayo de 2019