Que el recuerdo de Abraham Quezada Vergara nos inspire a vivir con amor incondicional, a abrazar la vida con coraje y resiliencia, a agradecer cada instante, y a buscar la paz interior que nos guíe en tiempos de tribulación. Recordemos su luz como un faro de esperanza, recordemos su sonrisa como un bálsamo para el alma, y recordemos su amor como un legado eterno. Que en su memoria encontremos la fuerza para seguir adelante, sembrando semillas de bondad y cultivando un jardín de esperanza en nuestro corazón. ¡Siempre presente en nuestros pensamientos, eterno en nuestro amor!