En memoria de Rebeca Rosselot Solo de Zaldívar, recordemos que en cada latido de nuestro corazón reside el amor que nos guía hacia la paz interior. Que la gratitud por lo vivido nos fortalezca, y la resiliencia nos impulse a seguir adelante con coraje. Que en los momentos de oscuridad encontremos la luz que ilumine nuestro camino, recordando que la esperanza nunca se apaga. Que cada suspiro sea un canto de vida y cada recuerdo un abrazo cálido en el alma. Que el amor sea nuestra fuerza, y la paz nuestro refugio.