En memoria de Carmen Matute Balmaceda, recordemos que el amor y la gratitud son semillas que cultivamos en el jardín del alma, brindando paz en los momentos oscuros y coraje para seguir adelante. Que su legado de resiliencia nos inspire a abrazar la vida con valentía, transformando el dolor en fortaleza y la tristeza en esperanza. Que cada lágrima derramada sea un testimonio de nuestra humanidad, recordándonos que la luz siempre encuentra su camino a través de la oscuridad. En cada latido, en cada suspiro, encontremos la promesa de un mañana lleno de amor y posibilidades infinitas.
Sus funerales se realizaron el sábado 22 de junio en el Cinerario del Cementerio Parque del Recuerdo.La familia