En memoria de Segundo Alberto Rivera Díaz, recordamos su legado de amor y gratitud, su coraje inquebrantable y su resiliencia inspiradora. Que su luz continúe guiándonos en momentos de dificultad, recordándonos la importancia de abrazar la vida con esperanza y paz en el corazón. Que su amor perdure en cada uno de nosotros, recordándonos la belleza de cada instante y la fortaleza que reside en el espíritu humano. Que en su memoria encontremos fuerzas para seguir adelante, siendo testigos vivientes de que el amor y la esperanza siempre prevalecen. Que su recuerdo sea un faro de luz en nuestras vidas.
Sus funerales se realizaron ayer sábado 7 de octubre en el Cementerio Parque Padre Hurtado de Peñaflor.