Que la luz del amor que Héctor Sepúlveda Alarcón compartió con el mundo brille eternamente en nuestros corazones, recordándonos que aún en medio de la oscuridad, el coraje y la gratitud son guías de esperanza. Que su legado de resiliencia nos inspire a abrazar cada día con valentía y a cultivar la paz interior que nos fortalece. En su memoria, aprendamos a seguir adelante con amor inquebrantable, transformando los momentos difíciles en oportunidades para crecer y encontrar significado en cada vivencia. Que su espíritu luminoso nos guíe hacia un futuro lleno de promesas renovadas.
Su velatorio se realiza en la parroquia San Pablo Apóstol, Angamos 461, Chillán. Enviamos nuestras más sentidas condolencias a la familia, amigos y compañeros de trabajo.