En el camino de la vida, recordemos siempre el amor sin límites que Pedro Roffe Rosenfeld compartió con el mundo. Su coraje brillante y su resiliencia inquebrantable nos inspiran a abrazar cada amanecer con gratitud, afrontando desafíos con valentía y fortaleza. Que su legado de paz perdure en nuestros corazones, recordándonos que cada paso que damos está lleno de posibilidades y esperanza. Que en cada susurro del viento en nuestras almas encontremos consuelo y renovación, sabiendo que el amor es eterno y que la luz de Pedro seguirá guiándonos en la oscuridad.
Acompañamos en este doloroso momento a su esposa Emilia, a sus hijas Irina y Dariela y a sus nietas.