En el jardín de la vida, las semillas que Jaime sembró seguirán floreciendo en corazones que anhelan amor y esperanza, recordándonos que la humildad y la serenidad son llaves que abren camino hacia la luz, donde cada paso es un abrazo cálido del universo. Que su legado de bondad nos inspire a cultivar la paciencia en tiempos de tribulación, y a abrazar con gratitud cada nueva aurora con la certeza de que, como el sol que siempre vuelve a brillar, también nosotros podemos renacer y florecer en el jardín eterno del amor incondicional.
Mónica Figueroa Tocornal Familias: Vidal Manterola Andrews Vidal Saavedra Vidal