Que la luz del amor y la gratitud que Adriana Budge de Valdés sembró en este mundo siga brillando en cada corazón, recordándonos la belleza de la resiliencia y el coraje. En su memoria, cultivemos la paz interior que nos guíe en los momentos difíciles y nos inspire a abrazar la vida con esperanza. Cada lágrima derramada sea un tributo a su memoria, cada suspiro una renovación de fuerza. Que su legado de amor perdure en cada sonrisa compartida y en cada acto de compasión, recordándonos siempre que el amor es eterno.
Familia Valdés Budge Hijos, nueras, nietos, bisnietos