Que la luz del amor que Cristina Jerez Horta siempre irradió siga iluminando nuestro camino, recordándonos el coraje de enfrentar desafíos con resiliencia. En cada amanecer, encontremos motivos de gratitud y en cada anochecer, dejemos que la paz inunde nuestros corazones. Sigamos adelante con la certeza de que el amor perdura, que la esperanza es nuestra fuerza y que los recuerdos son eternos. Que su legado nos inspire a vivir con pasión y compasión, recordando siempre que en la oscuridad más profunda, brilla la luz del alma.