En la memoria de Pedro Segundo Torres Sáez, recordamos su amor inquebrantable, su coraje infinito y su resiliencia admirable. Que su legado de gratitud y paz perdure en nuestros corazones, inspirándonos a enfrentar cada desafío con valentía y esperanza. Que en los momentos de oscuridad encontremos la luz del amor y la fuerza interior para seguir adelante, sabiendo que el amor nunca muere y que la paz verdadera reside en nuestra propia serenidad. Que su espíritu guíe nuestros pasos hacia un futuro lleno de significado y realización.