En la danza eterna de la vida, el legado de María Gladys Illanes Mora nos susurra que en cada paso, en cada vuelo, florece la semilla del amor incondicional y la esperanza infinita. Que su luz siga guiando nuestros pasos con humildad y serenidad, recordándonos que la eternidad se teje con hebras de bondad y compasión. En cada latido, en cada suspiro, encontremos el coraje de abrazar la existencia con gratitud y valentía, sabiendo que en cada alba, en cada crepúsculo, el amor perdura y la esperanza renace.
Publicado el
30 de abril de 2019