En el jardín de la vida, el amor de Rosa Edith Pérez Igor sigue floreciendo silenciosamente, recordándonos la belleza efímera y eterna de nuestro paso por este mundo. Que su coraje nos inspire a enfrentar nuestros desafíos con valentía, su resiliencia nos fortalezca en los momentos de adversidad, su gratitud nos enseñe a apreciar las pequeñas alegrías cotidianas y su paz interior nos guíe en medio de las tormentas. Que su memoria sea un faro de esperanza, iluminando nuestro camino con su luz suave y eterna.
Sus funerales se efectarán hoy, privadamente, en el Cementerio Parque del Recuerdo Cordillera.