En el legado de Ismael Cárdenas Rivera perdura un faro de coraje y amor inquebrantable, recordándonos la importancia de la resiliencia en tiempos de adversidad. Su luz brilla eternamente, guiándonos hacia la senda de la gratitud y la paz interior. Que su memoria sea un recordatorio constante de que, incluso en la oscuridad, el amor y la esperanza pueden florecer. Que encontremos consuelo en su legado y fuerza en su ejemplo, abrazando cada día con renovado espíritu y fé en el mañana.
Papá de nuestro colegio. Sus funerales se efectuaron ayer en el Cementerio Parque del Recuerdo.Colegio Huelén